Ayelén Pujol es Periodista Deportiva y trabaja desde 2007 en diario Perfil en el suplemento deportivo. |
Esta aventura comenzó a las 17.30 horas cuando coloqué el $1.25 en la máquina expendedora de boleto de la línea 60. Sólo me separaban unas ciento de cuadras de Ayelén, yo en Florida (Pcia. de Buenos Aires) y ella, en el centro porteño. El viaje hacia el diario fue agotador por la gran masa de gente con la que me tocó convivir durante una hora.
Mis pies tocaron la calle Chacabuco (esquina Av. de Mayo) a las 18.45 aproximadamente . De ahí caminé casi tres cuadras por la calle del parque hasta que me topé con lo que buscaba, el diario Perfil. En la administración pregunté por la persona que me esperaba y enseguida me permitieron el ingreso. "Por el ascensor al piso 9", me dijo la recepcionista.
Ni bien bajé del ascensor, giré a la derecha y deduje que allí sería la redacción. Me asomé a ver si la veía y ella venía caminando.
-¿Hola cómo andas?, me preguntó.
-Todo bien!, constesté yo y empredimos la caminata hacia su lugar de trabajo.
En su computadora estaba la portada de una página con los horarios de los partidos de la Copa Davis que se juegan este fin de semana. No es casual que frecuente esa página. Ayelén escribe sobre tenis y a veces se dedica a algún otro deporte que se encuentre dentro de "polideportivo".
Al ser el primer día laboral de la semana (trabajan de martes a sábado) estaba todo muy tranquilo. Me llamó sumamente la atención lo distendido que trabajan allí. Seguramente tiene que ver con que Perfil es un diario que sale sábado y domingo y por ello sólo tienen dos cierres (el viernes y el sábado). De todas formas se respira un muy buen clima en la redacción.
Mantuvimos una charla de una hora más o menos en donde Ayelén me contó cuál es su labor dentro del suplemento y cómo se distribuye el trabajo durante la semana. En los días que no son de cierre, se dedica a realizar notas atemporales que se publican junto con las de actualidad los días que sale el diario. Por lo general no sale a cubrir acontecimientos, salvo la final del Mundial de Hóckey, pero si no casi toda su jornada la cumple dentro de la redacción.
Sobre el final de mi visita me mostró a los periodistas de cada sección y el lugar que ocupan cada uno. Cuando mi reloj marcó las 19.45 me despedí de Ayelén y subí al ascensor. El guardia me habilitó para que me retire del edificio y ya en la calle mi viaje había terminado.
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